¿Cómo combatir el estrés laboral desde la inteligencia emocional?

Por: Diana García

¿Cómo combatir el estrés laboral desde la inteligencia emocional?

Desde el 2013, se encontró que México figura como el país donde existe mayor índice de estrés en mundo, superando a China y Estados Unidos, todo está ahondado a la presión laboral, las cifras dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) reflejan que para este año se habían registrado 75 mil infartos y que el 25% de estos, se asociaban a problemas de presión y cansancio derivados del trabajo y que estaba provocando una reacción fisiológica negativa en el empleado (Esgrasiao, 2013). 

Pero este problema no se ha reducido a través de estos años, por lo contrario ha crecido según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo menos el 75% de los trabajadores en México padecen de este mal, después le sigue China con  el 73% y por ultimo Estados Unidos con el 59%, por su parte la Organización Internacional del Trabajo (OIT) precisa  que las causas que pueden estar provocando este problema son: Horarios inflexibles y estrictos, escase o exceso de trabajo, malas relaciones de trabajo, inseguridad laboral o bien problemas familiares, que impacta en la salud pero también gravemente en la economía del país (Alcántara, 2015). 

El estrés laboral episódico es aquel que se produce en cierto momento del tiempo, se caracteriza fundamental mente por ser de poca duración y suele darse solo por episodios y posteriormente pasado en ese momento vuelve  todo  a la normalidad, por lo tanto muchas veces sus efectos negativos, suelen ser aveces muy poco visibles, por tanto es difícil que se trate de en contra alguna ayuda que lo erradique (Slipak, 1996) 

El estrés crónico es lo contrario al episódico, este si llega a prolongarse a lo largo del tiempo, por tanto este se produce en consecuencia a una exposición de la persona por tiempo prolongado a factores estresantes, por tanto se considera un tipo de estrés más dañino y que por tanto puede causar consecuencias muy graves en la persona y a largo plazo, como por ejemplo el (Síndrome de Burnout) (Slipak, 1996). 

El “Síndrome de Burnout” , suele darse en aquellas personas con puestos normalmente de atención al público, ya que dichos puestos suelen ser una carga pesada, lo que le genera  al persona un alto nivel de estrés, que se traduce en síntomas permanentes y acumulativos, provocando que el empleado pierda la motivación ante el trabajo. 

Por otro lado de este estrés se pueden producir dos fenómenos uno llamado “Distress” y el otro “Eustress: 

El Distress es de carga negativa y se da como una respuesta, excesiva que suele prolongarse por largo tiempo, lo que da lugar a diversos síntomas de desequilibrio tanto mental como fisiológico, por lo cual afecta la atención de la persona, la acción y a su vez la capacidad de decisión; mientras que el Eustress es de carga positiva y tiene como objetivo principal proteger a la persona o bien prepararla frente a posibles situaciones de amenaza, por lo tanto este se encarga de ayudar  a la persona a responder  ante el estrés de manera satisfactoria en determinadas tareas que requieran toda la capacidad mental y física de la persona (Canales, 2011) .

Los estudios estadísticos más recientes sobre el estrés laboral, arrojaron que aparte de que México encabeza la lista de países con mayor estrés, mostraron también que en Europa la tasa de estrés es de 28%, mientras que México cuenta con un 40% de empleados que sufre de estrés, por lo que la OMS define al estrés laboral como epidemia que se ha extendido a nivel mundial y a la cual ha nombrado como la nueva epidemia del siglo XXI (Canales, 2011) 

Por lo tanto el estrés se ha convertido en un fuerte problema social, que provoca diversos síntomas, pero sobre todo impacta en la salud tanto físico, como mental que repercute gravemente en la persona que lo sufre y que de igual manera le afecta de diversas áreas de su desarrollo, social, laboral, familiar, estudiantil. Por  lo tanto sería importante ahondar de las repercusiones y síntomas que este trae consigo y dar solución y freno a este problema. 

Hablando de estrés, primero sería importante puntualizar que el cuerpo responde a la manera en que pensamos, sentimos y actuamos, afectando nuestra salud tanto mental como física, ya que existe una conexión mente-cuerpo, cuando estamos estresados, enojados o ansiosos, el cuerpo reacciona de alguna manera comunicándonos que algo no está bien (Marshall, 2004). 

La respuesta que da nuestro organismo ante el estrés, es una respuesta al cambio ambiental, interno y externo, mediante la cual hace frente a las diversas demandas que se generan como consecuencia de una nueva situación en el ambiente, que descontrola completamente a la persona, (Lazarus y Folkman, 1984, citados en Alonso, 2013). 

Algunos de los síntomas  que se presentan como un aviso de que el cuerpo esta estresado son: dolores de cabeza, sensación de “falta de aire”, sudor, tensión en el cuello, insomnio, cansancio excesivo, dolor de pecho, dolor de espalda, falta de apetito, malestar estomacal, subir o bajar de peso, etc., todas estas, pueden ser evidencia de que la salud emocional esta desequilibrada, ya que los sentimientos de perturbación, estrés y ansiedad pueden debilitar el sistema inmune o bien provocar  que no  haya un cuidado adecuado de la salud por parte de la persona (Marshall, 2004). 

Por lo tanto es importante hacer hincapié que el estrés es un grave problema que afecta fuertemente  a la persona que lo padece por lo tanto es fundamental brindar diversas herramientas que puedan beneficiar o bajar el nivel de estrés de manera que la persona pueda lograr a través de estas llevar una vida mucho más saludable.  

En los últimos años ha surgido la Inteligencia Emocional como un tema de suma relevancia en el ámbito psicológico, ya que vivimos dentro de una cultura donde el trabajo, la escuela, la familia, los amigos son actividades de todos los días, vivimos inmersos en un mundo lleno de cosas que debemos realizar, llevándonos a situaciones estresantes que nos rebasan y no logramos controlar. 

El cómo combatir las situaciones que nos estresan es una pregunta que normalmente no nos hacemos, no creemos que exista, sin embargo, cuando escuchamos en esta probabilidad, nuestros sentidos se ponen alerta acerca de cómo hacerlo. Si aprendemos mediante la inteligencia emocional y al autorregulación a identificar y acrecentar las habilidades que implica reconocer nuestras emociones,  aprender a manejarlas, motivarnos, así como también a trabajar nuestras capacidades, competencias y habilidades no cognitivas que influyen en la habilidad propia de tener éxito, será posible enfrentarnos a las demandas y presiones que vienen del medio ambiente. 

El estrés es la causa principal de un sin fin de enfermedades, tanto fiscas como mentales, por lo tanto las personas que pueden lograr relajarse, hacen que su sistema nervioso experimente alivio inmediato, haciendo que su salud mejore notablemente. La personas que mejor equipadas están para enfrentar los problemas están, son aquellas que logran relajarse ya que esto ayuda  a  que su capacidad  para mantener una actitud positiva incremente y lo ayude a salir del caos (Godefroy y Steevens, 2001) 

El reconocer las emociones y comprender porque las está presentando, puede ayudar a afrontar y manejar de manera correcta la salud emocional de la persona, si los sentimientos de ansiedad, tristeza están provocando posibles problemas físicos el guardarlos dentro de sí, puede generar que la persona se sienta aun peor; muchas veces nuestras preocupaciones pueden ser reales, pero otras pueden ser imaginarias. Las reacciones del cuerpo son las mensajeras del nivel de estrés con el que contamos, así que se debe aprender a hacer consiente lo que el cuerpo está comunicando (López, 2012). 

Por tanto, para poder afrontar las situaciones que generan estrés en la persona, lo primero que se debe aprender es a conocerse, identificando si las causas que le generan estrés en realidad son graves o se piensa más grande de lo que en realidad son. Se debe aprender a reconocer los estados de ánimo y si es que estos pueden estar provocando que la persona,  pueda estar viviendo las situaciones por las que atraviesa, con  un estrés mayor al que debería y si es que en realidad, pensar en la situación puede ayudar a mejorarla en ese instante o es algo que no se puede solucionar en ese momento; sin embargo no debemos de perder de vista que somos nosotros los que decidimos como reaccionamos ante las presiones del ambiente (Fierro, 1997). 

El estrés suele ser una situación de difícil manejo, en la cual tanto adultos como  niños tratan de evitar el conflicto, pero de esta forma no se logra en absoluto solucionarlo; mientras que el adecuado manejo de las emociones ayuda a enfrentar con gran ayuda al conflicto que es el generador de la angustia y el estrés en la persona. Las situaciones nunca se quedan estáticas por tiempo prolongado, por lo tanto el cambio esta como una constante en la vida y se debe aprender a manejar en beneficio propio; manteniendo una mente abierta a las nuevas situaciones, teniendo siempre en cuenta que se puede aprender de cada una de ellas (González y López, 2005). 

Es importante siempre tomar en cuenta que para poder combatir el estrés se necesita sacar lo mejor de sí mismo, tratando de ver los cambios como un reto positivo y no como una amenaza, fijándose metas realistas tanto en el ámbito laboral, social y personal. Se debe afrontar al estrés, de una forma positiva, es esencial conocer las causas, tomar las medidas para trabajar los síntomas y el problema, tratando de sacar el estrés de la mente y el cuerpo, haciendo cambios y actividades, en el estilo de vida que ayuden a afrontar la situación de una manera donde puedas sacarse lo mejor de sí mismo (Merce, 2005). 

El ser emocionalmente fuerte puede ayudar no solamente a adaptarse a situaciones de estrés sino también a asimilarlas y afrontarlas, ayudando  a la comprensión adaptación y aceptación en momentos de estrés continuo de la persona, ya que la inteligencia emocional le ayuda a tener la capacidad de regular e interrumpir estados negativos y prologar los positivos, llevándolo a tener más claridad emocional y a utilizar estrategias de afrontamiento que lo hagan reflexionar y a afrontar positivamente los problemas. 

Es importante que para combatir una situación generadora de estrés la persona tome en cuenta, que emociones y sentimientos tiene asociados a la situación y de igual manera, como está valorando o apareciendo lo que está sucediendo; de tal manera que la forma en cómo afronta la situación este orientado hacia la tarea y el cómo resolverla, elaborando soluciones y planes de acción o bien centrándose en la emoción y en los sentimientos que esta le genera tanto de tristeza, coraje o ira etc., poniendo énfasis en evaluar que no se esté evitando o se tengan ideas fantasiosas que pueden aumentar la intensidad del estrés, provocando repercusiones tanto en el rendimiento como a nivel emocional. 

Las emociones no representan solo una debilidad como muchas personas suelen pensar, si no también puede llegar a ser un potencial, ya que la estabilidad emocional con la que nos encontremos puede desatar la fuerza interior necesaria para desarrollar habilidades y destrezas que puedan llevarnos a sobre ponernos a situaciones de estrés constante, ya que la aptitud emocional es una habilidad-meta y será la que determinara lo que utilizaremos tanto de talento como de intelecto (Goleman, 2008).  

Los deseos y sentimientos son guías para alcanzar objetivos y desarrollar habilidades y talentos, de tal manera que nos hacen dominar los hábitos mentales que ayuden a la eficacia y productividad en la vida; por lo contrario, la incapacidad para tener una vida emocional saludable y estable, saboteara, la vida profesional, social y personal de la persona, ya que no le permitirá tener una claridad en la situación por la que atraviesa (Goleman, 1996, citado por Meyer, 2009).  

El cuerpo es como una máquina que si no se desconecta de forma periódica, se va gastando; es importante contrarrestar la actividad con el descanso y la relajación, si pasamos por alto el ritmo y se priva del descanso cuando se requiere, se abandona el cuerpo al caos y como tal este llega a un estado de estrés y es ahí cuando puede comenzar las cosas a ir muy mal. Es obvio que con las rutinas que normalmente se llevan, no se pueda tirar al descanso cuando se está harto, sin embargo se puede llegar a estar más en sintonía consigo mismo de tal forma de estar más consientes, de cuando es necesario relajarse y entregarse al cuidado del cuerpo (Marshall, 2004). 

La aptitud que se tiene ante la vida para lograr objetivos y metas es la que alberga las actitudes y los hábitos correctos, que nos encaminan a lograr con éxito lo que nos proponemos, existen ciertas características con las que contamos y que muchas veces no explotamos en nosotros para cumplir con los objetivos, por tanto debemos de trabajarlas o bien ponerlas en práctica, para lograr hacer uso de los recursos con los que contamos y así, hacer frente a las diversas situaciones que nos enfrentan a un estrés constante y que repercuten enormemente en nuestra salud tanto emocional como física. 

Ante una situación de estrés, la persona tiene que realizar un esfuerzo tanto cognitivo, como conductual, para poder manejar tanto las demandas externas, como los estresores ambientales, pero de igual manera también las demandas internas que tienen que ver con el estado emocional con el que se encuentra el individuo, es por eso que es importante hacer uso de las herramientas que brinda la inteligencia emocional y la autorregulación, para incrementar la capacidad de afrontar de manera correcta al estrés. 

Por lo cual es importante que la persona  primero, aprenda a reconocer como sus emociones afectan la manera de cómo maneja las situaciones que se le presentan en el día a día, ya que estas serán las que le ayuden a combatir lo mejor posible el estrés con el que generalmente vive y de igual forma podrá ayudarle de una manera más adecuada a solucionar los problemas que se le presentan, ya que podrá lograr identificar con más claridad las situaciones que generalmente le preocupan, lo que siente ante estas, como su cuerpo reacciona, lo que hace para enfrentarlas, lo que debería hacer y lo que podría hacer, de tal manera que vaya auto conociéndose y aprendiendo a sacar lo mejor de sí ante el estrés. 

 Bibliografia: 

Canales, R. (2011). ¿Qué es el Estrés Laboral. Recuperado de Internet en Octubre 2017: www.estreslaboral.info 

Esgrasiao, M. (2013). México el país con más alto índice de estrés. Recuperado de Internet en Octubre 2017:  

http://noticias.universia.net.mx/enportada/noticia/2013/07/04/1034482/mexico-es-pais-mas-alto-indice-estres.html 

Fierro, A. 1997, Estrés Afrontamiento y Adaptación, Recuperado de Internet en Octubre 2017: uma.es/Psicologia/docs/eude…rotamiento_y_adapatacion.pdf 

Goleman, D. 2008, Inteligencia Emocional, Septuagésima edición, Kairós:Barcelona 

Godefroy, C, y Steevens, D. 2001, Las Técnicas del Pensamiento Positivo, Editorial Éxitos de Autoayuda ROBIN BOOK: Barcelona. 

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Marshall, L. 2004, Libérate del Estrés, Primera Edición, Robinbook: Barcelona 

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Navarro, T. 2015, Fortaleza Emocional, Primera Edición, Editorial Zenith: Barcelona 

Pascual, M. y Lage, J. 2009, Primeros Auxilios para el Estrés, Primera Edición, LPF PUBLISHER: Estados Unidos de América 

Rossi, R. 2012, Los Consejos del Psicólogo Roberto Rossi para Superar el Estrés, De Vecchi Ediciones: Barcelona 

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