Alexander Lowen nació en Nueva York, Estados Unidos el 23 de diciembre de 1910. Sus padres emigraron de Rusia a Estados Unidos. La mayor parte de su infancia pasó practicando deportes.
Alexander, primero decidió que estudiaría leyes, en la Brooklyn Law School, despues decidió estudiar en la Universidad de Ginebra en donde en 1951 recibió su doctorado, siendo este el tercero.
Lowen obtuvo tres doctorados a lo largo de su vida: uno en Ciencia y Negocios, otro en Derecho (ambos en el City College of New York) y, más adelante, uno en Medicina en la Universidad de Ginebra, en Suiza.
En 1940, coincide con Wilhelm Reich, el cual ya se encontraba instalado en Estados Unidos e impartía cursos sobre análisis del carácter, tiempo después de haber trabajado con Wilhelm Reich empezó, en colaboración con John Pierrakos, su propia forma de terapia psicocorporal, “El Análisis Bioenergético”, conocido a veces como Bioenergética, fue así que en 1952 decide que prefiere enfocarse en la psicoterapia y es así que en 1956 fundó el International Institute for Bioenergetic Analysis (Instituto Internacional para el análisis de energético), con ayuda de sus colaboradores, una de ellas era Alice Khan Ladas, (quien habló sobre el punto G)
Debido a su interés por las actividades fisicas, ya que el practicaba diferentes, deportes como gimnasia, calistenia, etc. desarrolló una atracción por la relación que existe entre cuerpo y mente.
Su inspiración también vino que durante un tiempo se dedico a estudiar las teorías sobre relajación, como la de Jacobson y de la de la Euritmia de Jacques Dakroze, pero siempre sintió que le faltaba algo a esas teorías y fue así como decidió crear su terapia.
Murió el 28 de Octubre del 2008.
Es el estudio de la personalidad humana en función de los procesos energéticos del cuerpo.
La cantidad de energía que tenga el individuo y la forma en que la use tiene que determinar su personalidad y reflejarse en ella.
La respiración es una de las fuentes de esta energía. Sólo respirando profunda y plenamente se puede captar y recoger la energía necesaria para una vida espiritual.
Los organismos vivos solo son capaces de funcionar cuando existe equilibrio entre la carga y la descarga de su energía.
El cuerpo es la unidad básica de nuestra vida, la expresión de nuestra existencia. Todo lo que nos sucede está almacenado y reflejado en nuestro cuerpo.
El cuerpo es por tanto el reflejo de nuestra historia personal e interpersonal. Los trastornos emocionales o psicológicos no se manifiestan de forma aislada sino que repercuten en el cuerpo, fijándose a nivel muscular y produciendo bloques que impiden la libre circulación de energía, y como un círculo vicioso, estos bloqueos energéticos afectan nuestra salud física, emocional y mental.
“Nuestra coraza o armadura nos ha insensibilizado en una buena parte tanto para lo doloroso como lo placentero, y eso hace que nuestra comunicación con el exterior e interior haya palidecido, se haya transformado en una caricatura de su potencial total. Lo irónico es que nos podemos pasar así casi toda una vida, creyendo que eso es lo máximo a lo que podemos aspirar.” (Bioenergética)
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