30 Oct
30Oct

Por Pilar García

JACK EL DESTRIPADOR


     La historia comienza el 31 de agosto de 1888 en Londres, específicamente en el Distrito de Whitechapel (Este e Londres); donde una mujer luego identificada como Anne Mare Nichols, fue encontrada muerta en la calle de Buckrow frente al Hospital de Londres. La víctima era una prostituta de mediana edad que solía circundar esa área; fue degollada y apuñalada en varias ocasiones en el bajo vientre y el torso... el asesino simplemente desapareció del área.

     Antes de adentrarnos en la historia de las 5 mujeres cuyos asesinatos son atribuidos a "Jack", es necesario entender la situación que se vivía en Londres durante aquella época victoriana. La sífilis, enfermedad venérea que hasta ese momento no tenía cura, era considerada pandemia en Londres, y Whitechapel se caracterizaba por ser un sitio donde era frecuente encontrar prostitutas. Él asesinato de la primera víctima conocida como "Polly", fue un evento trágico pero la autoridad no pensó que iba a ir más allá de esa ocasión; no fue sino hasta que se encontró el cuerpo sin vida de la segunda víctima que se empezó a hacer la conexión entre ambas escenas del crimen.

     El 8 de septiembre del mismo año, se encontró el cuerpo de Annie Chapman sobre la Calle de Hanbury (a menos de un kilómetro del evento anterior). La mujer, también de mediana edad, presentaba heridas muy similares a las de Polly: fue degollada y apuñalada, sin embargo, en esta ocasión el útero de la víctima fue removido.

      Peritos de la época actual han mencionado que asesinos en serie suelen tomar posesiones de sus víctimas como trofeo, es muy curioso que en este caso el órgano faltante sea el símbolo más fehaciente de le feminidad. 

     Conocido por la prensa como "el asesino en masa de Whitechapel"; comenzó a aterrorizar a londinenses por igual. El nombre por el que se conoce hoy en día llegaría a través de una carta falsa publicada el 25 de septiembre en un periódico que buscaba aumentar sus ventas: "Jack el Destripador".

     Investigaciones realizadas en este siglo, apuntan que el asesino (al cual nunca fue posible identificar) pudo haber padecido sífilis y que esto explicaría su rabia en contra de sus víctimas. 

     Elizabeth Stride y Catherine Eddowes, fueron las siguientes en padecer esta suerte; ambas murieron el 30 de septiembre con una hora de diferencia. Elizabeth no fue mutilada, pero con Catherine apareció un nuevo rasgo en la forma de matar de este asesino, su cara fue destruida a navajazos para luego volver a cortar el útero del cuerpo. Al principio se creyó que esto tenía un por qué, pero al recrear la escena del crimen, investigadores londinenses se dieron cuenta de que la víctima pudo haber resbalado, ocasionando las múltiples cortadas en su rostro.

     La noche del 30 de septiembre, se encontraron dos pistas cerca de la zona donde se cometió el asesinato de Catherine Eddowes: el delantal de la víctima en una calle contigua y una nota escrita con gis sobre una pared que leía: "Los judíos son los hombres a los que se culpará de todo". Esta frase tenía varios errores ortográficos, lo que confirma la teoría de que "Jack" padecía sífilis y se estaba perdiendo habilidades cognitivas a causa de la enfermedad. También surgió otra teoría: "Jack" pudo haber sido un comerciante, en específico, un carnicero judío que, agobiado por la difícil situación económica del momento y debido a su enfermedad, descargaba toda su rabia sobre inocentes mujeres que se dedicaban a la prostitución.

     El último asesinato que se le asocia a "Jack el Destripador" ocurrió en noviembre, y la víctima fue Mary Jane Kelly. Este asesinato se diferenció mucho de los demás, ya que fue dentro de la habitación de la joven y resultó ser el más violento de todos. Esto ha originado que se dude de la conexión entre este evento y los anteriores, pudo haber sido otro personaje que quería deslindarse de la responsabilidad de sus acciones al tratar de imitar el modus operandi de otro asesino.

     "Jack el Destripador" no fue atrapado y se fue tan rápido como llegó, aunque una cosa es cierta, a partir de estos incidentes se acuñó el término "asesino en serie" y generó una leyenda que aún sigue siendo contada hasta nuestros días.

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